Tengo guardado un trocito de papel que dice: Quiero ser feliz. Lo escribí con ocho años, porque ya sabía lo que quería ser de mayor. Lo escribí con mi sangre, un día de calor, cuando reventó una venita de mi nariz… Me hubiera gustado hacerme un corte para obtener la sangre, hubiera sido más romántico, pero… nunca fui valiente. Hoy al limpiar me lo he vuelto a encontrar, entre recuerdos viejos. No lo he tirado, porque tenía ocho años y porque entonces, al menos, sabía qué quería ser de mayor.
viernes, 4 de septiembre de 2009
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